Desde este blog hemos mantenido una actitud continuada de crítica y desenmascaramiento del establishment predominantemente pseudoprogre de la universidad española. Ciertamente el Partido Popular no ha aportado una alternativa reformista que en ocasiones ha amagado en el orden retorico. Cuando ha tenido ocasión se ha dedicado a neocolonizar con sus fieles los departamentos de las universidades bajo su control, como está haciendo con otros organismos culturales del Estado. Estamos ante un nuevo capítulo del régimen señorial de los partidos dominantes, una prolongación más de la vampirización de todos los resortes por parte de los sicarios del PPOE. Una vez dejada nuestra postura, cierto es que las actuales circunstancias reclaman un cierre de filas con todas aquellas fuerzas que defienden la primacía de la Enseñanza Pública, amenazada por el vendaval neofranquista del ministro Wert. Una vez más bajo el manto de un reformismo tecnicista que busca la efectividad se esconde un plan pólítico para debilitar la formación pública y otorgar protagonismo creciente a los actores privados (eso mismo está ocurriendo en la Sanidad). Educación y Sanidad, los dos pilares del Estado de Bienestar se quieren vender ahora al mejor postor, que suele ser el amigo, el cercano, el conocido. Estamos pues ante una nueva edición del mangoneo endogámico ibérico, del caciquismo, del clientelismo, virtudes muy interiorizadas por la derecha hispana desde los tiempos de Don Pelayo, es un decir.
Por eso en este blog nos unimos a las reivindicaciones de las plataformas que han promovido las huelgas de ahora con el fin de detener este atropello. No nos olvidmos de nuestras propias reivindicaciones, del cáncer que palpita en un sistema público precedente también bastante endogámico, mafioso y poco excelente, pero corren tiempos de poner torniquetes urgentes para evitar la hemorragia.
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