lunes, 3 de junio de 2013

Nepotismo para cráneos privilegiados

Me cuentan una más de una universidad muy importante de la península. El hijo de un célebre prócer, catedrático de humanidades, se presenta a un concurso de méritos con menos méritos que algunos de sus rivales, aunque solo sea por su juventud. No importa, todo está atado y bien atado. Otro célebre cráneo privilegiado actúa como guardián de las esencias; es el cancerbero que preside el tribunal y asegura el futuro para la prole de los amigos. Esta es la España que llevan construyendo estos prohombres en nombre del progresismo ilustrado. Estos adalides de la modernidad ibérica actúan con hábitos inveterados, como mínimo se remontan a los romanos... Este proceder se ha venido travistiendo de distintas formas a lo largo de la Historia: régimen senatorial, endogamia, patriarcado, nepotismo, oligarquía abusiva… Lo podrán vestir con los ropajes más dignos e ilustrados, lo podrán refrendar rectores y reglamentos universitarios (construidos a la medida de esta docta mafia), el resultado es el mismo: estiércol estigmatizado bajo la estatua de Atenea, quien ha cambiado su adusta pose para taparse la nariz. Está tan harta la diosa de la Sabiduría que viene reclamando una revolución que le permita respirar a gusto. Propone que estos cráneos egregios sean decapitados, en nombre de la justicia histórica. Solo así la universidad española dejará de ser un reducto de castas. La calle ruge pidiendo democracia de verdad, pero estos siguen a lo suyo. De momento. Los mortales que no tienen tribu o vasallaje, ya conocen la única salida: la terminal internacional de Barajas.