domingo, 28 de noviembre de 2010

OTRO CASO MÁS DE TRIBUNAL ENDOGÁMICO PARA ELEGIR UNA CANDIDATA OFICIAL EN LA FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS



Me lo relaltó con detalle un compañero muy de fiar, luego lo he contratado con otras fuentes. Él me pidió que no concretara todos los datos y yo lo respeto. No es un hecho aislado, sino una cierta constante, sobre todo en las facultades de humanidades, avalada por la legislación. Se convocó una plaza de profesor titular en el área de humanidades. El departamento tiene potestad para elegir a los cinco miembros del tribunal y lo ejerció. Eligió un presidente relacionado con la carrera académica de la candidata oficial y este escogió a su comparsa trayéndolos de aquí y de allí hasta completar los cinco magníficos. Cuando se constituyó el tribunal, los candidatos presentaron su documentación y se procedió al sorteo. La comisión juzgadora propuso a los candidatos que el primero en orden de intervención lo haría en media hora. El candidato "visitante" se negó en redondo. ¿Cómo se puede revisar un proyecto docente y toda la documentación de un vasto currículo en un cuarto de hora por candidato? Era evidente que esa comisión endogámica y corrupta tenía claro el veredicto, pero había que obligarles a guardar mínimamente las formas. Quedaron, así pues, después de comer y alguno de los del sanedrín tuvo que cambiar urgentemente el billete de vuelta a su destino (tan rápido se lo fiaban...). Todo se desarrolló conforme a lo previsto, aunque llamó poderosamente la atención, según me ha confirmado algún profesor que allí estuvo presente, la endeblez intelectual y dialéctica del "bicho" (la candidata oficial). Según este testigo, no era necesario ser especialista en la materia, bastaba verla exponer para comprobar su nula capacidad para la argumentación, su falta de rigor, su vaguedad terminológica. El otro candidato era el negativo fotográfico de esa actuación, poniendo de relieve su formación específica con estancias en prestigiosas universidades y una amplia experiencia docente. En las intervenciones se mostró precisamente este escalón científico entre una propuesta localista y limitada y un currículo internacional, actualizado y moderno. Como es previsible en nuestro miserable sistema ganó el primero. Insisto, no es un hecho aislado, sino un modus operandi demasiado frecuente en nuestra "alta academia".

Este atropello se divulgó en algunos sectores reformistas de la Universidad de Zaragoza. Un prestigioso catedrático, a quien conozco muy bien, llegó incluso a protestar ante el Vicerrector de Profesorado. Su respuesta fue que el equipo rectoral no pueden hacer nada frente a las decisiones soberanas de los respectivos departamentos, a lo que el catedrático replicó: "Sí podéis, cambiando una ley injusta y endogámica que está arruinado amplios sectores de nuestra universidad". La consecuencia es que, hoy por hoy, en muchos sectores de nuestra universidad campan los más locales, más mediocres y más dóciles. Pierden la excelencia, la innovación y la creatividad. Y todo ello con la connivencia de la mayoría del profesorado que, de manera cómplice, colabora, otorga, calla o mira para otro lado. Así se mantuvo por lustros el nazismo y luego nadie había estado allí...


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