Este es nuestro mapa universitario, tan inflado como nuestras vías de AVE, museos de arte contemporáneo o audiotorios de música... El sinsentido de las infraestructuras sin un plan inteligente para llevarlas a cabo... Ninguna de esas universidades está entre las 100 primeras del mundo. Eso sí, hay casi una por provincia, y si no hay colegios universitarios o subdelegaciones. Que la universidad vaya a la puerta de cada casa. La calidad, el interés público, el gasto racionalizado... que se los lleve el diablo: eso no es servicio ciudadano. Me comenta un profesor amigo que en Huesca tiene un solo alumno en su clase de humanidades. Hubiera sido más barato llevarlo en taxi hasta zaragoza los días lectivos, pero tenemos que pagar un profesor en la capital oscense, que nadie se puede quedar sin servicio público. Los criterios políticos imperan por doquier, al margen de cualquier criterio de planificación racional. Luego esas universidades provincianas se llenan con los cráneos privilegiados locales y sus amiguetes, que también tienen derecho a la dignidad profesoral, como los de Madrid o Barcelona. El pueblerinismo político de este país no tiene límites... El crack de toda esta locura está a la vuelta de la esquina...
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